Exposición de Bruno Duarte: Prisma vivo

Bruno Duarte es un artista mexicano representado por Georges Berges Gallery (Nueva York, Berlín). Su obra es emocionalmente poderosa, nacida de una necesidad íntima de traducir emociones e ideas propias en materia pictórica. Influenciado por el arte precolombino, el muralismo mexicano y la fuerza expresiva del expresionismo abstracto, Duarte navega entre texturas densas y trazos enérgicos para capturar estados anímicos más que imágenes. Desde pigmentos hasta cemento, sus materiales son elegidos con libertad y honestidad, dictados por la urgencia emocional de cada obra. Su proceso creativo no concluye con la última pincelada: sus pinturas siguen transformándose con el tiempo, revelando nuevas capas de sentido. Para Bruno, pintar es una forma de diálogo con el espectador, un intento sincero de compartir emociones crudas y complejas. Esa búsqueda —inacabada, abierta, honesta— es el núcleo de su práctica artística.

Su exposición “Prisma Vivo” se apertura el 21 de junio del 2025 a las 13:00 horas, en el Museo de la Vid y el Vino (Ensenada, Baja California).

Bruno Duarte presenta una nueva muestra de pintura en donde las proporciones y los colores danzan para hacernos imaginar más que simples abstracciones. El mismo autor ha comentado que en su búsqueda de formas y trazos ha encontrado un área de oportunidad para expresar las emociones que lo embargan. La abstracción es preponderante en sus nuevos cuadros, aunque la saturación del color y la búsqueda de figuras ocultas es el tema que da vida a los prismas cuya base propone la génesis de la obra.

Invita a reflexionar con los trazos y las figuras, con la danza de colores entre lo claro y lo oscuro. Busca un discurso profundamente humano en las formas y también en los sentidos que pueden evocar las figuras. Presenta un reto a la imaginación entre lo abstracto y lo simbólico, en un juego surrealista que combina nuestra capacidad de racionalizar los sueños con nuestra capacidad de imaginar algo más allá de lo evidente. Sugiere destellos de íconos esotéricos y ambientes ocultos, así como la luz atravesando un prisma que nos hace redescubrir los tonos del mundo, como metáfora visual de la dualidad universal.

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